Uno de nuestros colaboradores, MIGUEL, nos da su
visión acerca de la liberación de los derechos de distribución de los escaneos
de nuestra querida revista en WOS y Microhobby.org.
¿Qué ha cambiado en un periodo de tiempo tan corto, relativamente hablando,
para que Hobby Press pase de negar tajantemente a dar su beneplácito en
la libre distribución de la revista Microhobby en menos de dos años? ¿Significa
esto que antes se realizaron mal las gestiones y que ahora se han hecho
bien? ¿Que se conceda el permiso a una página holandesa es motivo
para que muchos se rasguen las vestiduras vertiendo críticas hipócritas?
Después de esta retahíla de preguntas que se me han ocurrido a voz de
pronto y, con las que seguro se abrirá polémica, lo primero que debo hacer
es congratularme por el hecho en sí, que por fin las revistas que nos marcaron
una época, y que hicieron que muchos de nosotros estemos actualmente implicados
en la informática, bien sea como profesionales viviendo de ello o bien como
meros aficionados, se puedan distribuir libremente.
Lo de menos es quien ha conseguido la autorización y de donde es, en este caso
magnífica labor de Martijn Van der Heide, holandés responsable de WOS, la
página señera de nuestro entorno. Lo realmente importante es que gracias a
Manuel, que se dedicó a escanearlas sin descanso en un trabajo colosal y gracias
a Martijn, que ha realizado las gestiones para que tengamos a nuestra disposición
las revistas legalmente, podemos acceder a una verdadera enciclopedia sobre una
máquina que marcó la década de los ochenta y el despertar de la informática en
nuestro país. Es una lástima que muchos de los comentarios leídos últimamente en
el grupo de news ECSS destilen hipocresía a raudales rasgándose las vestiduras
por que Hobby Press conceda la autorización a una web extranjera, ignorando las
peticiones anteriores de gente de nuestra tierra, y no reparan en que
actualmente están albergadas en un servidor checo, cosa en absoluto censurable y
a cuyo responsable tendremos que agradecer haberlas podido tener a nuestro
alcance hasta la fecha. Pero seamos consecuentes y no tratemos de ocultar en
presuntos nacionalismos o nacionalidades nuestros propios errores y fracasos al
intentar conseguir unos permisos que se nos han negado en todas las ocasiones que
se han solicitado a la editora.
Si somos objetivos e intentamos racionalizar durante unos minutos sobre todo
esto, nos podemos hacer a la idea en lo que pensarían las personas que tienen
que dar esta autorización cuando reciben una petición de esta índole. El
primer paso que darían es recabar información sobre quién o quiénes la
solicitan, y no es de extrañar su negativa cuando entren a leer en el grupo
desde el que se les remite la petición y vean infinidad de discusiones
alrededor del tema: que si debemos pedir autorización o no, que
si se escanea a 150ppp ó 300ppp, boca arriba o boca abajo, etc. Pero en
el fondo no ven nada hecho, nada realizado, ni visos de que eso suceda. Lo
más normal o sencillo es pasar del tema o contestar con un simple no. Cualquiera
de nosotros haríamos lo mismo.
Quizá ahora estemos en el momento ideal para que la petición sea estimada: el
proyecto está realizado en un cien por cien, la solicitud llega desde una persona
y un sitio virtual con una garantía fuera de toda duda, sin ningún ánimo de
lucro, y referencia en torno a la cual gira la escena internacional del Spectrum.
Que este sitio es holandés ¿y qué? Es holandesa la persona que lo encabeza,
pero se nutre de las colaboraciones de docenas de personas distribuidas por todo
el mundo, incluso de nuestra tierra, que aportan mapas, programas en
formato TZX, instrucciones, carátulas, documentación y un largo etc.
Resumiendo me da la impresión de que estamos como cuando se discutía sobre
el formato y legalidades del posible proyecto: sin ponernos de acuerdo ni
en la forma de leer. Una persona ha tenido que realizar el proyecto por su
cuenta y riesgo, sin pedir pareceres a nadie, para poder ver terminado este
titánico trabajo, y otra persona ha hecho las gestiones necesarias, en silencio,
para poder ver legalizado el proyecto. Ahora muchas personas aparecerán
para apuntarse tantos y subirse al carro del triunfador, pero lo único cierto
es que el mérito está bien claro a quien hay que anotárselo. Gracias a
Google Groups podemos consultar la infinidad de conversaciones mantenidas
al respecto y que aclaran quién es quién y qué hizo al respecto.